La Comunidad de Villa Esperanza esta ubicada a un lado de la zona de Pénjamo, al final del refugio. Allí las tradiciones están naciendo, los hombres, las mujeres, los niños y las niñas de este sector han creado un paisaje comunitario lleno de ruralidad, piscicultura, porcicultura, siembra, avicultura y amor.
Durante la feria, se llevó a cabo la venta de frutas, verdura, hortalizas, carnes y otros productos de a canasta agrícola, también, venta de comidas típicas como el sancocho, marrano asado, cachama frita, entre otros. Además, hubo espacio para las actividades recreativas y culturales como: danza moderna, canto y baile del joropo, presentación en vivo de música llanera y muestras de teatro.
“La Comunidad de Villa Esperanza se está ayudando entre ellos y ellas mismas” así lo manifestó Ruby, la vicepresidenta de la Asociación de jóvenes rurales de Villa Esperanza, en un evento donde la integración es el pilar de la transformación.
La diversidad cultural de la comunidad de Villa Esperanza es visible, colombianos, venezolanos, indígenas, afrocolombianos y demás integrantes, reconocen la necesidad de integración. Por eso, juntos han creado este proyecto productivo y han generado espacios que les permitan visibilizar y promover la cultura del emprendimiento sostenible.
La Fundación Save the Children Colombia ha fortalecido, orientado y hecho seguimiento a la asociación de jóvenes rurales de Villa Esperanza. "La Feria Agrocultural de Villa Esperanza, es un espacio que es potencial para trascender, el pensamiento es abastecer al municipio de Arauca y por qué no al departamento… para que esto pase hay mucha energía, una organización efectiva y la alegría de hacerlo. Se necesita más gente que meta la pata al barro” dijo la señora Bardelía, fundadora de ASOMUAFROVE y La Huerta Milagrosa. Como ella, hay más personas con ganas de salir adelante con sus propuestas.
