“Para el departamento de Arauca la migración es una oportunidad”: Gloria Vergara, directora técnica de APOYAR

La profesional habló en el conversatorio ‘Mujeres migrantes en las regiones de la frontera colombo-venezolana’.
“Para el departamento de Arauca la migración es una oportunidad”: Gloria Vergara, directora técnica de APOYAR

Estoy en la frontera desarrolló el pasado miércoles 8 de julio un conversatorio virtual sobre la situación de las mujeres migrantes en las regiones de la frontera colombo-venezolana, con la participación de tres expertas en el área de los derechos humanos y conocedoras del contexto en el cual se desenvuelven las regiones de la Guajira, Norte de Santander y Arauca, ante el flujo de ciudadanos provenientes del vecino país.

Gloria Patricia Vergara Sucerquia fue la encargada de presentar el panorama que actualmente se vive en el territorio araucano. Explicó que primero se debe entender la conexión histórica que ha tenido ese departamento con Venezuela.

“La frontera nuestra es líquida, que es el río Arauca, desplegado a lo largo de los tres municipios del norte; y una frontera seca, que es una línea imaginaria que pasa a través de la sabana, atravesando parte del municipio de Arauca y de Cravo Norte. Además, no hay condiciones difíciles de tránsito, por lo que históricamente hemos tenido un intercambio constante con Venezuela, es común por ejemplo que ciertos integrantes de las familias con el mismo apellido hayan nacido en este lado de frontera y otros en el lado vecino”, puntualizó Vergara.

La profesional detalló que desde antes de que se diera el fenómeno migratorio y la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, la región araucana ha tenido que lidiar con las consecuencias del conflicto armado interno, una problemática muy intensa en dicha zona del país.  

A esto se suman otros factores que hacen difíciles las condiciones de vida, tales como una tasa de desempleo alta, desenvuelta en niveles considerables de informalidad, lo que incide en una población que en menos de cinco años ha aumentado casi un 16%.

“Implica mayores presiones sobre los servicios, en especial aquellos que ya eran precarios antes de la migración (…) Hay una presión fuerte porque las mujeres son las que llevan la jefatura familiar y en ese sentido, en Arauca están dedicadas a actividades informales, que tampoco son exclusivas de la población migrante. El sector productivo no logra absorber la mano de obra local, menos la de la población vecina”, recalcó Vergara.

¿Cómo inciden estos factores en la población migrante?

La representante del conversatorio por el departamento de Arauca indicó que una preocupación muy grande que año tras año se tiene en relación a las condiciones de vida de la población migrante en esa jurisdicción, tiene que ver con las afectaciones de la misma naturaleza.

Están llegando a las zonas con mayor riesgo de inundación. Por ejemplo, en el municipio de Arauca, donde está casi el 50% de la población migrante a nivel departamental, ellos se asientan en lugares ubicados fuera del dique perimetral, es decir, que se inundan; si no es porque el río crece, lo ocasiona las aguas lluvias estancadas, aumentando así las complicaciones de salud”, afirmó.

Ahora, también se deja claro que dichos asentamientos urbanos no son producto de la venida de personas venezolanas, sino que, por el contrario, son anteriores al flujo migratorio, pero que en el contexto de la situación del vecino país, han crecido y donde se debe tener una alerta por parte de los organismos del Estado.

La mayoría están en sitios que no tienen cobertura de servicios públicos, poniendo en riesgo la salud o la dignidad, porque hay hacinamiento. Con inundaciones hay riesgo de enfermedades endémicas producto de la abundancia de los vectores como el zancudo, están expuestos a enfermedades como chikunguña, dengue, zika, u otras”.

Situación de las mujeres migrantes

Antes de que aumentara el flujo migratorio, las mujeres venezolanas que llegaban al departamento de Arauca lo hacían buscando acceder a mejores servicios de salud, ante las falencias presentadas en su país de origen. Así lo señaló Gloria Vergara. Igualmente, aseguró que en su mayoría se trataba de mamás que venían exclusivamente a aplicarle vacunas a sus hijos.

Actualmente, con el aumento de migrantes, las que llegan se ven expuestas a varias situaciones que ponen en peligro su vida. Estamos hablando de casos de violencia de género, sexual, familiar o trata de personas.  

“Su situación económica es precaria. Nos hemos encontrado con un grupo cuyos primeros embarazos fueron antes de los 14 años y que al llegar acá aún en edad adolescente tienen dos o tres hijos más; además son mujeres muy jóvenes con parejas adultas, algo que está muy normalizado entre ellas y ellos”, enfatizó Vergara.

“Detectamos más de 68 mujeres que ejercen actividad sexual por supervivencia, están en establecimientos; sin contar las que son víctimas de explotación sexual en calles o que no son visibles. Hay un déficit de vivienda, de atención en salud sexual y reproductiva; algunas manifiestan que fueron víctimas de redes de trata de personas”, subrayó.

Por otra parte, Vergara planteó que se debe pensar en las mujeres transgénero: “están expuestas a la discriminación por su identidad de género; sumado a su condición de migrantes, son señaladas, víctimas de xenofobia. Vemos que muchas de ellas también han sido afectadas por el acoso policial y la invisibilización”.

Motivó a hacer un esfuerzo desde la sociedad para entender la situación que están atravesando las mujeres migrantes y en general toda esta comunidad que llega en búsqueda de mejores oportunidades en el territorio nacional, es decir, cambiar de una vez por todas el señalamiento y la discriminación, por una mayor empatía.

Entre tanto, consideró que, hasta el momento, quienes se “han echado al hombro la respuesta al fenómeno migratorio en todos los sentidos son las organizaciones de cooperación internacional, pese a que se ha buscado generar capacidades locales a nivel institucional junto a las comunidades, para ayudar”.

Invitó además a desarrollar acciones más oportunas y constantes por parte de las instancias gubernamentales, reconociendo el esfuerzo que de parte de ellas se realiza para lograr recursos que mitiguen las necesidades de los ciudadanos venezolanos.

En este sentido, recalcó que la migración es una oportunidad, por lo que se deben identificar los potenciales que esta trae y con ello jalonar el desarrollo en la región.  

“Nos da una alerta en la necesidad de hacer proyectos de desarrollo simultáneamente a la atención de la emergencia, que sean con enfoque diferencial, es decir, dirigido a las mujeres que en estos momentos están teniendo unas vulneraciones mucho más fuertes a sus derechos, al igual que los hombres que están en riesgo frente a otros factores”.  

Conversatorio mujeres migrantes