Al iniciar el éxodo de ciudadanos venezolanos, no solo las personas adultas migraron de su país de origen, junto a ellos niños, niñas y adolescentes también salieron en busca de un mejor futuro. Esto ha representado un reto para aquellas instituciones que velan por el bienestar de los menores.
En Colombia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, es la entidad encargada de brindar una protección integral a dicha población, especialmente, aquellos en condiciones de vulneración de derechos.
Ahora, la institución extendió sus servicios a los migrantes. Cada estrategia, actividad, programa y asistencia, también está dirigida a ellos. Por eso, ya son 1.016 menores venezolanos que reciben atención por parte del organismo. “No hay distinción en la procedencia. El ingreso se hace teniendo en cuenta la priorización por el grado de vulneración de derechos”, afirmó la directora del ICBF regional Arauca, Rosa Audelina Cisneros.
Los beneficiados están ubicados en los siguientes municipios:
Arauca: 346
Saravena: 194
Tame: 183
Arauquita: 153
Fortul: 72
Puerto Rondón: 18
Cravo Norte: 28
Cubará: 22
Cisneros, afirmó que ha sido un reto llegar a los hogares de los niños migrantes debido a la emergencia sanitaria causada por la Covid-19. “En medio de la pandemia, hemos hecho ajustes a los lineamientos y la forma de operar con el fin de que sigan recibiendo la atención del ICBF en sus casas”.
Sin embargo, añadió que hay situaciones que desbordan las capacidades administrativas que tiene el territorio. “No siempre tenemos la cantidad de cupos disponibles para atender la demanda de niños, niñas y adolescentes colombianos y venezolanos que se acercan a preguntar por nuestros servicios”.
Hoy, esta institución se encuentra al límite de sus capacidades, pues solo a corte de abril de 2020, había 1.530 niños en lista de espera, de los cuales 300 son migrantes venezolanos.
Asimismo, junto al ICBF, en el territorio hay entidades que trabajan de la mano en acciones de atención y protección a los derechos de niños, niñas y adolescentes migrantes, entre las que se encuentran Save The Children, OIM y la ONU.
¿Qué pasa con los menores migrantes que se encuentran en situación de calle o explotación laboral?
La directora de esta institución dijo que el tema migratorio trajo una nueva experiencia que los obliga a identificar debilidades frente a los lineamientos que tienen para poder atender esta población.
“No tenemos un lugar y los que tenemos ya están los cupos ocupados. Para el ICBF tener a estos niños en protección requiere atenciones especiales. No es tomarlos por tomarlos y vamos a ver dónde los colocamos, no. Los menores deben tener un lugar especial”.
Rosa Audelina Cisneros afirmó que una de las falencias es que Arauca no tiene un hogar de paso o un centro especializado. “Estamos trabajando de manera articulada para concretar un lugar adecuado en donde podamos atender estos niños cuando los encontramos en situación de calle”.
Por eso, una de las estrategias implementadas en época de pandemia ha sido las unidades móviles que realizan el acompañamiento de los menores y los llevan a sus hogares. Allí se realizan charlas sobre pautas de crianza, prevención de violencia, además, se apoya con la entrega de bienestarina.
Con todo, “no son suficientes todas estas ofertas. Necesitamos crecer en el sentido de ampliar cupos, siempre requerimos de fuerza en estructura y recursos para el funcionamiento”, aseveró Cisneros.
Otra solución son los hogares sustitutos, a pesar de ello, es una modalidad donde los cupos son escasos, “se han desbordado las capacidades por el tema de migración”.
A la fecha, 19 menores han ingresado a los servicios para la protección de sus derechos, se trata de casos de maltrato, quienes llegan gracias a un trabajo articulado entre la Policía Nacional, Policía de Infancia y Adolescencia y organismos de cooperación internacional que los remiten. Sin embargo, “no se pueden declarar en adoptabilidad, pues son de otro país. No obstante, se están impulsando acciones legales a nivel nacional para poder entregarlos en adopción”.
Actualmente, no se tiene un estimado de cuántos niños migrantes hay en Arauca, pues no se ha podido coincidir en cifras en los censos, debido a que hay familias que están constantemente en tránsito. ”Con la entrega de las raciones para preparar, se está haciendo nuevamente un recorrido para tener un listado, pero, hasta el momento, no se ha visto una disminución a gran escala”.